Voy caminando sin entender lo que está sucediendo.
Los sueños no son muy certeros y van corriendo
por el rincón sin yo saber de que están huyendo
La locura es una amiga cruel
Con la que nunca me puedo entender.
Pero la imprudencia es mi gran buffet
con el que siempre vuelvo a comer.
Las flechas escapan de mi mente
son dirigidas sin razón y sin control.
El ropaje que encuentro por la vereda
Realmente me inquieta.
Me detengo a observar
lo extraño de mi mente y
mientras ajusto mi corazón
al tomar otra dosis color limón.
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