Roxanne caminaba sigilosamente por la avenida, como si de una sombra danzante se tratara que bailaba al ritmo de la pasión y el deseo; la calle ofrecía muchas tentaciones y ella era una de ellas. Era una mujer realmente hermosa, tanto que en otras circunstancias podría haberse colado perfectamente en alguna reunión de la alta sociedad pero no era el caso. Pero la belleza física no era lo único que relucía en ella, también poseía un gran intelecto que al tener una plática realmente seria con ella te hacia preguntarte cómo es que alguien como ella termino en un lugar así pero siempre que preguntabas acerca de esos asuntos ella lograba hacer olvidar todo lo demás como si de un hechizo se tratara y solo podías pensar en una cosa (...)
(...) Chris era un adolescente con un fuerte delirio de grandeza o eso era lo que su madre pensaba al verlo cada vez que el llegaba con una nueva idea de cómo cambiar su modo de vida. A su edad de 17 años poseía ya un gran acervo literario que lo hacía un gran contrincante en cualquier debate que se interpusiera en su camino, pero también hay que agregar que poseía un carácter muy explosivo que lo hacia victima de constantes burlas y el centro de muchas peleas. Después de todo esto cabe mencionar que también era alguien muy solidario que le gustaba ofrecer su ayuda a cualquiera que pidiera un auxilio y eso le llevo a (...)
(...) Mark estaba cansado y hastiado de su trabajo, soñaba con dejar su cubículo y no volver jamás para dedicarse a sus sueños más elevados. Pero una pensión para su ex esposa y su hija de 9 años siempre lo devolvían a la realidad y a la rutina de las cuales era casi imposible escapar. Su sueño siempre había sido ser alguien dedicado a las artes, ya fuera pintar cosas imposibles o captar los momentos que dejaban a la gente sin aliento. En su juventud había logrado ganar algunos premios y incluso le habían ofrecido una beca para viajar al extranjero pero la enfermedad de su padre y otros asuntos le hicieron convertirse en un abogado sin emoción por su vida por lo cual decidió (...)
(...) Chris era un adolescente con un fuerte delirio de grandeza o eso era lo que su madre pensaba al verlo cada vez que el llegaba con una nueva idea de cómo cambiar su modo de vida. A su edad de 17 años poseía ya un gran acervo literario que lo hacía un gran contrincante en cualquier debate que se interpusiera en su camino, pero también hay que agregar que poseía un carácter muy explosivo que lo hacia victima de constantes burlas y el centro de muchas peleas. Después de todo esto cabe mencionar que también era alguien muy solidario que le gustaba ofrecer su ayuda a cualquiera que pidiera un auxilio y eso le llevo a (...)
(...) Mark estaba cansado y hastiado de su trabajo, soñaba con dejar su cubículo y no volver jamás para dedicarse a sus sueños más elevados. Pero una pensión para su ex esposa y su hija de 9 años siempre lo devolvían a la realidad y a la rutina de las cuales era casi imposible escapar. Su sueño siempre había sido ser alguien dedicado a las artes, ya fuera pintar cosas imposibles o captar los momentos que dejaban a la gente sin aliento. En su juventud había logrado ganar algunos premios y incluso le habían ofrecido una beca para viajar al extranjero pero la enfermedad de su padre y otros asuntos le hicieron convertirse en un abogado sin emoción por su vida por lo cual decidió (...)
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